EL OFICIO LECTOR EN TIMOTEO
Por el Anc. Gob. Hugo Roboam Álvarez Carrasco
Entre tanto que voy ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar.
1 Tim 4: 13
Al entrar en una de las temáticas del hombre antiguo, nos formulamos la interrogante ¿en qué consistía el oficio lector en el joven Timoteo?
Al responder el cuestionamiento planteado la cita en referencia menciona que Timoteo ejercería la lectura, no había otra opción según el consejo del apóstol Pablo, su trabajo tenía que ser la lectura continua. Leer significaba analizar los contenidos generales y particulares de la Ley, la poesía lírica, los profetas y la carta personal que le envío Pablo.
Una nueva ocupación en el pastor como es la lectura, porque leyendo se entienden holísticamente los pensamientos divinos tanto de la vieja alianza como de la nueva, tan útiles para el ejercicio ministerial de Timoteo. Leyendo el guía de la iglesia se vuelve letrado, es decir instruido por medio de la escritura del apóstol Pablo y de los pasajes antiguos.
Hoy, quien no lee y se adentra a los pensares del escritor sagrado no tiene saberes que lo hagan apto para caminar la vida cristiana, ante la propuesta enviada por Pablo a Timoteo es pertinente mencionar que, quien no practica el oficio de la lectura es un iletrado en los contenidos bíblicos.
Llegando al final de la presente meditación ensayística, la lectura es una ocupación que edifica al asiduo lector cristiano, lo cual lleva a una nueva interrogante ¿nos ocupamos del oficio de la lectura bíblica con esmero como Timoteo entre tanto que viene el Señor Jesús?